22.2.07

Vaharada -oxígeno- IV

Me excita el rastreo del tiempo.
Más allá de este calor,
la boca seca.
Merece la pena el cielo,
la espera del oasis.
Merece la pena
mientras haya momentos de ser.
Aléjate del sabor
narcótico
del padrenuestro.
Tengo que escapar.
Olvidar el rayo.
Ahora,
que decido dejar de perder
mi vida.

2 comentarios:

Pedro M. Martínez dijo...

Un poema intereante, de esperanza, de búsqueda, quizás de encuentro o punto de partida.
Me ha gustado.
La verdad, me gustan todos tus poemas, son muy auténticos.
Saludos

estrusa dijo...

Gracias, de verdad, a veces los demás ven más valores que uno mismo.